lunes, 19 de enero de 2009

Claustro

Termina mi claustro, intento. Y es en esta experiencia en la que doy cuenta de que no se puede separar uno, sobretodo de la gente que le quiere y a la que espera querer. Sino que se trata mas bien de mantenerse en un estado alerta, activo, vivo, amando explorando; y cuando uno lo necesite lograr un estado de amistad interior. Pensar justo en el cambio, en que todo cambia. Es un detenerse que se transforma, llega a materializarse en conjunto todo, el todo en el ser. ES la unión; el contenerse en el momento, en el tiempo, al punto, al deente...El dar a luz, nunca se sabe cuándo se expandirá. Pero el procesos de gestación, de alimentación, sonidos cariños, sentidos y sombras iluminadas amorfas, es un estado continuo, latente al que hay que sentir en le musical palpitar del ser. El yo que cambiara el Mi que todo cambia del yo patente.Pero el individuo que se busca en el anterior estado, tiene como fundamento que todo es igual, la igualdad natural de los individuos, de las cosas :metro del ciclo. Y es cuando aun así, en su irrepetibilidad, la representación de que todas aquellas ataduras eran desiguales!!! Artificiales/ mentes creadas; y dentro del cuento la acción, la eterna pero sin embargo, siempre novedosa lucha para eliminarlas. La gravedad y su levedad, guarda potencia su arbitrariedad histórica.Porque se busca y se mira, al hombre prefecto, atinando!!! su prefecto en moralidad, belleza o felicidad; se libra ya que no se(l)e permita ninguna diferencia.

Con un yo portador de luz, se abre el telón a el mundo mecánico-científico-natural, como poseedor; linterna de la oscuridad, que ve solo un perímetro amorfo en su casi no forma ni limitación de campo. Sin embargo acierta en su ceguera, se va a lo mas lejos, un capo tan alto que cuando uno quiere bajar el vértigo lo hace caer, a uno, en una red como las de los paracaidistas de Circo; que se marcan en nuestro cuerpo, se imprimen los hilos que la conforman, no guardan fragilidad sedosa como la de la araña. Nos sostiene pues nuestra colectividad; la mirada busca la forma, y en eso se queda atrapado a la trampa.

Y entonces contesta- es solo una cosa particular de la misma, es, a pesar incluso de la mas plena irresponsabilidad de su forma.

Un mero punto de intersección, el pánico, y una unión indisoluble de conceptos, nos conforma, nos arropa en retículas nomológicas generales .Que siguen marcándose fronteras

Publicado por zazuky

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